lunes, 14 de marzo de 2016
He vuelto
No es que no quisiera, no podía. Afortunadamente he solucionado el problema informático y aqui estoy, intentando escribir mis inquietudes, aunque solo sea para mí.
Ha pasado más de un año y aunque las estaciones se siguen sucediendo y los meses pasando. Y yo, un poco más mayor, pero seguramente igual de necio.
A veces me encanta ver el mundo a través de otros ojos, para verlo con otros colores. Desde la perspectiva infantil, hasta la perspectiva más adulta. Y es un ejercicio muy interesante de cambio de perspectiva. Y, sólo con esa traslación del yo hacia otro yo, de extrapolarme de mi mismo, soy capaz de sentir la importancia del día día, del aprendizaje, de la alegría de estar vivo. A veces las inquietudes más importantes devienen en triviales cuando las comparas con el simple hecho de poder sentir los rayos del sol en la cara, la brisa, el mar o la montaña. Cuando soy capaz de imaginar mi mente dentro de la cabeza de un ave que traslada su residencia invernal a Africa y es capaz de recorrer miles de kilómetros y experimentar tantas sensaciones, olores, colores, paisajes. Este batiburrillo de sensaciones es estar vivo, lo demás problemas solubles...o no, pero lejos de la importancia de la existencia misma.
Intentaré poder expresar en este espacio virtual experiencias que, alegres o no, hagan que cada día se torne distinto y que podamos acordarnos del ayer con la perspectiva de lo importante.
He vuelto, espero poder escribir algo interesante, y si no, al menos, relajarme mientras mis dedos cobran vida encima del teclado, dejándome llevar entre pensamientos divergentes.
martes, 25 de noviembre de 2014
Espejismos antes del horizonte

Dicen que todo lo que lanzamos al mar, nos lo devuelve.
Te puedes pasar horas y horas mirando el ir y venir de las olas, sintiendo la brisa fresca en verano, fría y húmeda en invierno. La mirada va y viene entre la orilla y el horizonte.
La vida juguetea en las olas con los que tenemos la suerte de haber crecido cerca del mar. El tórrido verano de los años 70 tenía la fea costumbre de tornarse gris cuando mis padres decidían llevarme a la playa. La memoria es injusta, porque es verdad que muchos días, el sol derretía el polo que me comía en dirección al tren. Qué lejos estaba la playa el siglo pasado.
Las risas infantiles del verano pronto se cambiaron por los paseos solitarios en busca de respuestas, algún recuerdo de rocas y lágrimas. Abrazos de cariño que estremecían el final del año. Algún adiós. Luces en la noche de un faro que indicaba una nuevo camino. Amaneceres y atardeceres en playas y mares distintos, pero siempre acompañado por el incesante chillido de las gaviotas, el olor a salitre, la dulce caricia del viento.
Hasta que llegan los días en que las risas que deposité en mi infancia el mar me las devuelve y disfruto en él; salto, me zambullo y rio, rio una y otra vez. Mientras ella me mira con los ojos divertidos. Que maravilloso es jugar hasta no poder más, mientras los pies sienten la arena mojada y densa, mientras a lo lejos salta un pez y el sol nos da color.
Es verdad que todo lo que lanzamos al mar, nos lo devuelve. Cuando lo conocí lo quise, y ahora, que lo visito menos de lo que debiera, me devuelve la felicidad sembrada, mientras oculta en sus profundidades las tristezas derramadas en sus orillas. Siempre tiene las virtud de dibujar una sonrisa en su horizonte.
jueves, 20 de noviembre de 2014
Eres mi sueño
Junto a tí, enredado entre el edredón y un pequeño montón de peluches, abrazándote como quien abraza a la vida; te quise explicar que una vez tuve un sueño. Realmente soñaba con tener una hija, no un hijo no; una hija. Y, jugueteaba imaginando como serías. Mira tú por donde que la realidad ha superado mucho muchísimo mis expectativas; eres increíble. Y así te lo dije. Sé que te gusto, sé que estabas encantada con que papá te dijera eso. Un sueño, algo bonito que nos pinta las noches de colores, de princesas y príncipes, de unicornios con alas y dragones que escupen flores. Un sueño es lo más, es lo que deseas tener y que no llega, ese juguete que solo puedes ver en un pedazo de papel publicitario, esa muñeca por la que suspiras, un viaje a un parque de atracciones del que puedes subir una y mil veces a un avión, a un helicóptero mientras te sientas al lado de Mickey o de Minnie. No tardaste mucho en reaccionar, eres muy rápida e inteligente. Me preguntaste que si yo sabía cual era tu sueño. Me dijiste que era yo.
Tenía un poco abandonado mi blog, mi última entrada pertenece a una noche que no quise olvidar, una noche en la que me empeñaba en ocultar mi preocupación cuando lo que hay que hacer es exteriorizar para solucionar. Una noche en la que sentí que se me va la vida si tú no estás bien. Y hoy, recordando el breve episodio de anoche, he deseado retomar la escritura. Tal vez un día leas esto y puedas sentir lo mucho que te quiere papá. No es difícil dejar que los dedos trabajen sobre el teclado cuando el sentimiento es tan profundo. Sé que soy un gruñón, un chillón y a veces no tengo paciencia y sé que en esta aventura de ser padre no hago otra cosa que meter la pata para volver a aprender. Y es, estas cosas las que te hacen sentir inmensamente bien, inmensamente orgulloso. Algo hago bien, algo hacemos bien. Porque es imposible que sin la ayuda de mamá, pudiera ni siquiera haber llevado a buen puerto un solo día. Mamá, de la que tanto aprendo todos los días.
Sabes Claudia, cuando cierro los ojos al acostarme y los abro al despertar, aparece tu imagen. En cualquier momento de decaimiento, es pensar en ti y subirme el ánimo. Todos los días deseo estar contigo, deseo tenerte, abrazarte, cuidarte, besarte. A veces me enfado, unas veces con razón otras sin ella; pero no tardo mucho en volver a recobrar el humor. Me das mucho más de lo que, tal vez, yo te doy a ti. Me das mil motivos para pelear, un millón por los que sonreír. Me das la vida entera con tu voz, con tus palabras. Estoy más que muy orgulloso por todo lo que haces, por como lo haces: como nadas, como hablas, como haces lo deberes, como escuchas, como razonas, como discutes, como juegas. Te quiero como solo se puede querer siendo padre, con una fuerza de mil volcanes, con un cariño que yo desconocía, con un amor primigenio. Si a veces no puedo explicar como quiero a tu madre, por lo mucho que la quiero; cuan difícil es explicar como te quiero a ti, que formas parte de mi esencia más profunda. Nuestro mundo amaneció el día 30 de enero de 2010; ese mundo que estábamos formando tu madre y yo.
Te quiero Claudia.
Papá.
martes, 1 de octubre de 2013
Largas horas
La noche tiene la pesadez de una losa cuando la preocupación acecha ¿Qué podemos hacer cuando estas malita cariño? Tu llanto lacera mi corazón como el zarpazo de un tigre, mordisquea mis sentidos cada gemido de tu boquita, esa ronquera que tienes me duele en el alma.
Mamá y yo deambulamos por la noche agarrados al hilo de la esperanza que cada gesto tuyo suponga una mejoría que te deje descansar, pero la fiebre hace tambalear tu relajación y no puedes dormir.
Los ojos de mami son un hervidero de nerviosismo, una certeza de que su niña no está bien, que esa tos no es normal. Yo la miro y no acierto con las palabras adecuadas, ni tal vez con la conducta precisa. Mamá tiene un sexto sentido para estas cosas y sabe que tu respiración es mediocre. Afortunadamente la noche pasa y el día siguiente es mejor, la visita a la pediatra nos da unas pautas y la mejoría durante el día siguiente es un hecho. Tú estuviste soberbia amor mío, y la mamá también.
Cómo explicarte la angustia que se siente al tenerte enferma. Nos hubieramos cambiado por tí una y mil veces, habríamos deseado que tu tos, tu falta de respiración o tu angustia pasara a nosotros una y mil noches si con ello tu te ponías bien. Pero tristemente. la enfermedad la tienes que pasar tu solita.
Acostado a tu lado me contabas lo mal que te sentías porque hubieramos discutido el día anterior, me estabas causando tal ternura que casi no podía ni contestarte cariño. Me decías que me querías, una y mil veces, sin que fuera capaz de hacerte comprender que por mucho que tú me quieras yo te quiero un millón de veces más, porque no hay nada más importante en esta vida que contar contigo todos los días. Entre mamá y tú tenéis ocupado mi corazón y no necesito más. Pero tú, amor mío, no sólo la mitad de mi corazón sino también toda mi alma, si el alma existe porque si no existe es que ocupas todo mi ser.
Al fin, cuando la alarma del móvil estaba a punto de tocar, decidí levarme; no sin antes escuchar de tu boquita como me decias que me echarías de menos, que las horas no pasaban cuando yo estaba trabajando, que no podías estar si yo no estaba. Con toda la ternura de la cual fui capaz te consolé a duras penas, hasta que por fin el sueño te venció y dormiste a la vez que remitía la fiebre. Ya sonó mi despertador y me alejé hacia la cocina acallando un sollozo. Creo que no ha habido mañana en mi vida que haya ido a trabajar con menos ganas, solo por tener que separarme de tí.
Aun llevo muy dentro las largas horas de la noche del domingo y por eso necesitaba escribirlo en mi blog. Tal vez un día lo leas y a lo mejor te guste saber que la vida tiene sentido porque tú nos acompañas, que a mamá y a mí nos alegras cada minuto de cada hora, de cada día en cada semana de cada mes, desde hace tres años ocho meses y un día y hasta el infinito.
Te quiero
lunes, 2 de septiembre de 2013
DIEZ
Hace hoy diez años que definitivamente el hacha bajó. Fueron practicamente cuatro meses bordeando el abismo a sabiendas que el telón caería, y así fue. Apoyado en quien no lo merecía anduve tambaleándome entre la angustia, la pena y sobre todo la impotencia, andando el límite entre la estabilidad y el infierno, y el apoyo, poco estable, me hizo caer. Afortunadamente hubo un angel que me echó una mano y me rescató del paisaje tenebroso y negro del hundimiento profundo. Desde aquel día, hace hoy una decada, han pasado muchas cosas que no hemos podido disfrutar juntos.
Me convertí en otro hombre y profundicé en mi mismo, me quité ataduras, dejé lastre, me agarré a nuevos motivos de alegría, hasta que el destino me sonrió con sinceridad y la conocí. Y con ella llegó lo mejor de mi vida, conocí una nueva forma de afrontar los días y apareció la paternidad. Con una vida plena, si cabe, aun te he echado más de menos.
Los años ya se sabe que vuelan, lo que nunca se aprende es que los recuerdos permanecen.
Ha pasado tiempo desde que me aferraba a tu sola silenciosa presencia pensando que aun me escuchabas, del tiempo en que las lágrimas eran la forma más habitual de convencerme que te estaban llevando de este mundo a dentelladas crueles, de sentir tu ausencia con un peso insoportable. El camino es duro, pero es más duro cuando no se puede recurrir a alguien a quien admiras y quieres y, tal vez, nunca se lo dijiste lo suficiente. Creo que no te dije muchas cosas lo suficiente, ni te dije las suficientes cosas, y eso es algo que queda en un debe eterno y triste. Sólo espero que desde la dimensión que encierre tu esencia, tu energía, lo que pervive de tí, que en el fondo son todos los recuerdos de la gente que te quiere; te sientas orgulloso de mi y puedas (ojalá) ver a tu nieta y por supuesto a tu nieto, y puedas ser feliz.
La vida te la arrebató un monstruo terrible, espero que la eternidad sea feliz y mágica. Nosotros, desde aqui, sólo podremos jugar con los recuerdos para dibujar tu cara y así poder decirte lo mucho que te queremos, lo mucho que te debemos, la cantidad enorme de decepciones que seguro que te produjimos, pero sobre todo que sepas lo importante que fuiste y que eres para nosotros.
In memoriam.
Me convertí en otro hombre y profundicé en mi mismo, me quité ataduras, dejé lastre, me agarré a nuevos motivos de alegría, hasta que el destino me sonrió con sinceridad y la conocí. Y con ella llegó lo mejor de mi vida, conocí una nueva forma de afrontar los días y apareció la paternidad. Con una vida plena, si cabe, aun te he echado más de menos.
Los años ya se sabe que vuelan, lo que nunca se aprende es que los recuerdos permanecen.
Ha pasado tiempo desde que me aferraba a tu sola silenciosa presencia pensando que aun me escuchabas, del tiempo en que las lágrimas eran la forma más habitual de convencerme que te estaban llevando de este mundo a dentelladas crueles, de sentir tu ausencia con un peso insoportable. El camino es duro, pero es más duro cuando no se puede recurrir a alguien a quien admiras y quieres y, tal vez, nunca se lo dijiste lo suficiente. Creo que no te dije muchas cosas lo suficiente, ni te dije las suficientes cosas, y eso es algo que queda en un debe eterno y triste. Sólo espero que desde la dimensión que encierre tu esencia, tu energía, lo que pervive de tí, que en el fondo son todos los recuerdos de la gente que te quiere; te sientas orgulloso de mi y puedas (ojalá) ver a tu nieta y por supuesto a tu nieto, y puedas ser feliz.
La vida te la arrebató un monstruo terrible, espero que la eternidad sea feliz y mágica. Nosotros, desde aqui, sólo podremos jugar con los recuerdos para dibujar tu cara y así poder decirte lo mucho que te queremos, lo mucho que te debemos, la cantidad enorme de decepciones que seguro que te produjimos, pero sobre todo que sepas lo importante que fuiste y que eres para nosotros.
In memoriam.
martes, 18 de junio de 2013
Un rayo divino.
Vamos a jugar a romper argumentos zafios. Ya estoy un poco harto de noticias en las que rancios obispos y ministros católicos hablan de Dios como si ellos lo hubieran inventado.
Empezaremos recordando una frase emblemática de alguien que sí que existió, si bien yo no creo que fuera el hijo de Dios, aunque respeto profundamente a quien sí que lo crea y no me lo imponga. Hablo de Jesús y él fue quien dijo: "Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el Reino de los cielos". Si aplicamos tal frase podríamos darnos cuenta que una gran parte de los que presumen de católicos (sobre todo gente del OPUS, el señor Cotino, obispos...) no podrían entrar en el cielo por mucho que se confiesen todos los domingos. No creo que Rouco Varela, el Ministro del Interior, el Obispo de Alcalá, Cotino...etc, pasen muchas dificultades para llegar a fin de mes.
Demos una vuelta de tuerca más. Todos aquellos que nos quieren dar lecciones de humanidad: presidente del Gobierno, portavoces, Ministros; todos ellos muy creyentes. Son capaces de recortar en ayuda a la dependencia mientras ellos tienen hasta tres sueldos y no pagan un céntimo a la Seguridad Social, al margen de sus pensiones vitalicias.Estos que dicen que tiene más derecho un embrión humano que la propia madre, a la que obligarán a tener un hijo enfermo sin que la administración haga nada por ayudarla. Todos estos tampocon encajan muy bien en el ideario cristiano. Siempre ponen por delante su propio ego y su vanidad antes que los intereses de la sociedad.
Más. Esos que imponen su idea de familia, cuando ellos mismos no la tienen, esos que hablan del celibato y mienten, esos que les hace salir sarpullidos cualquier idea que conlleve la felicidad del prójimo. Esos que persuaden, a base de levantar el puño y la voz, sobre lo que es bueno o malo, mientras miran para otro lado en los casos de pedofília
. Esos que hablan de la homosexualidad como una enfermedad, mientras en el seno de la iglesia hay un gran número de sacerdotes homosexuales.Eso que no son capaces de ver las cosas con naturalidad y pensar que, las personas son buenas y malas por sus actos o por como tratan al resto de la gente y no por sus gustos sexuales. Todo estos tampoco creo que se ganen el cielo a base de desacreditar a las personas por hechos que no conllevan ningún mal.
Si nos damos cuenta, cuanto más se defiende la cerrazón y las ideas anacrónicas y medievales más nos acercamos a la oscuridad, a esa Iglesia del terror en la que había que tener miedo al rayo divino que castiga a los pecadores. Pero....¿No son pecadores los que roban al pueblo mientras les quitan su sueldo? ¿No son pecadores aquellos que explotan a sus semejantes a cambio de una pequeña porción de su gran riqueza? ¿No son pecadores quienes tergiversan la verdad para engañar a la gente y perpetuarse en el poder? ¿No es más pecado ejercer el poder sin justicia que casarse con una persona de tu mismo sexo? ¿No es más pecado justificar la muerte que pelear por la vida? ¿No es más pecado impedir la curación mediante la investigación genética que mirar impasible como una persona se muere? ¿No sería más justo que un rayo divino visitara a tanto ministro, presidente, diputado, concejal, obispo, que convierten la injusticia en bandera?
Me parece mentira que después de todo lo peleado, aun tengamos que argumentar para que se imponga el sentido común ante tanta falacia.
Empezaremos recordando una frase emblemática de alguien que sí que existió, si bien yo no creo que fuera el hijo de Dios, aunque respeto profundamente a quien sí que lo crea y no me lo imponga. Hablo de Jesús y él fue quien dijo: "Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el Reino de los cielos". Si aplicamos tal frase podríamos darnos cuenta que una gran parte de los que presumen de católicos (sobre todo gente del OPUS, el señor Cotino, obispos...) no podrían entrar en el cielo por mucho que se confiesen todos los domingos. No creo que Rouco Varela, el Ministro del Interior, el Obispo de Alcalá, Cotino...etc, pasen muchas dificultades para llegar a fin de mes.
Demos una vuelta de tuerca más. Todos aquellos que nos quieren dar lecciones de humanidad: presidente del Gobierno, portavoces, Ministros; todos ellos muy creyentes. Son capaces de recortar en ayuda a la dependencia mientras ellos tienen hasta tres sueldos y no pagan un céntimo a la Seguridad Social, al margen de sus pensiones vitalicias.Estos que dicen que tiene más derecho un embrión humano que la propia madre, a la que obligarán a tener un hijo enfermo sin que la administración haga nada por ayudarla. Todos estos tampocon encajan muy bien en el ideario cristiano. Siempre ponen por delante su propio ego y su vanidad antes que los intereses de la sociedad.
Más. Esos que imponen su idea de familia, cuando ellos mismos no la tienen, esos que hablan del celibato y mienten, esos que les hace salir sarpullidos cualquier idea que conlleve la felicidad del prójimo. Esos que persuaden, a base de levantar el puño y la voz, sobre lo que es bueno o malo, mientras miran para otro lado en los casos de pedofília
. Esos que hablan de la homosexualidad como una enfermedad, mientras en el seno de la iglesia hay un gran número de sacerdotes homosexuales.Eso que no son capaces de ver las cosas con naturalidad y pensar que, las personas son buenas y malas por sus actos o por como tratan al resto de la gente y no por sus gustos sexuales. Todo estos tampoco creo que se ganen el cielo a base de desacreditar a las personas por hechos que no conllevan ningún mal.
Si nos damos cuenta, cuanto más se defiende la cerrazón y las ideas anacrónicas y medievales más nos acercamos a la oscuridad, a esa Iglesia del terror en la que había que tener miedo al rayo divino que castiga a los pecadores. Pero....¿No son pecadores los que roban al pueblo mientras les quitan su sueldo? ¿No son pecadores aquellos que explotan a sus semejantes a cambio de una pequeña porción de su gran riqueza? ¿No son pecadores quienes tergiversan la verdad para engañar a la gente y perpetuarse en el poder? ¿No es más pecado ejercer el poder sin justicia que casarse con una persona de tu mismo sexo? ¿No es más pecado justificar la muerte que pelear por la vida? ¿No es más pecado impedir la curación mediante la investigación genética que mirar impasible como una persona se muere? ¿No sería más justo que un rayo divino visitara a tanto ministro, presidente, diputado, concejal, obispo, que convierten la injusticia en bandera?
Me parece mentira que después de todo lo peleado, aun tengamos que argumentar para que se imponga el sentido común ante tanta falacia.
jueves, 18 de abril de 2013
En una hora y en un día cualquiera.
Suena la canción que me lleva a aquellos días terribles en los que luchabamos una guerra que no podíamos ganar. El tiempo salta en jirones y casi una década no es nada cuando el pensamiento vuela hacia atrás. El recuerdo es como una vieja herida, una sombra en la que si me concentro, para mi mal, me deshago en sollozos, aun hoy, en una hora y en un día cualquiera.
Han pasado tantas cosas que me hubieran gustado compartir, tantas preguntas que se quedaron sin hacerse, tantos consejos que no he podido recibir, que me siento en ocasiones tan perdido como un niño pequeño en medio de un laberinto. No hay nada peor que no poder vivir los sueños compartidos y él deseaba tanto como yo haber abrazado una pequeñaja que le hiciera sonreir. La pequeña está pero él no.
Muchos días, cuando los problemas ahogan, cuando necesito aire echo de menos sus ojos, la esperanza de poder decir su nombre, su voz, su carita de buena persona que me acompaña en cada espejo e intento por todas mis fuerzas olvidar la maldita enfermedad que lo destruyó con la voracidad que un incendio devora un bosque y nos dejó huerfanos de él.
Una de las cosas más terribles de no poder tenerlo es no poder compartir con él los momentos más felices de mi vida y que, precisamente, se han producido cuando él ya no ha estado para poder disfrutarlos conmigo. No conoce a su nieta, no conoce a su nuera, no conoce la vida que estamos construyendo con tanto y tanto esfuerzo y que, seguramente, con su apoyo sería mucho más fácil. Es inevitable saber que lo necesito, que lo necesitaré siempre. Es tristísimo sentir su vacio, un vacio que duele y dolerá siempre.
Hoy es un día cualquiera, y después de escuchar esa canción me he caido en mi agujero interior un ratito para poder recordar con fuerza a quien me dio la esencia, a quien construyó los cimientos de mi persona. Y desde esta pena intensa, densa, buscar la esperanza que, desde algún lugar, dónde sea, tenga la conciencia de vernos y sonreir.
Por siempre y para siempre, porque no hay día que no piense en tí, porque no hay día que no te eche de menos.
Te quiero papá.
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