miércoles, 17 de febrero de 2021

TOBI

Supongo qué tu corazón se cansó de buscar a tu amigo del alma por todos los rincones conocidos y ahora nos dejas, más vacios, más sin nada. Qué lejanos parecen los tiempos en que parecías una estela blanca corriendo, en la que me preguntaba como unas patas tan cortas podían correr tanto. Que maravillosa pareja tan heterogenea como entrañable, este mundo va a ser un poquito peor sin vosotros. Cómo es posible olvidar la alegría de tu ladrido al vernos, el dibujo circular de tu pequeño rabito en el aire, superando la velocidad de la luz. Tus hurtos matinales ante los descuidos de estos humanos inocentes. Qué rapidez Tobi, que ingenio. Que va a ser ahora de nosotros. Se fue Rufo y aún nos quedabas tú, y con tu cuidado nos sentíamos menos solos, pero ahora te has cansado de esperar que tu inseparable compañero vuelva y te has ido a buscarlo donde nacen las estrellas. Te metes tanto en el corazoncito que tu ausencia quema. Cada rinconcito de nuestro tiempo tiene un recuerdo asociado a tí: Tu carita llena de garrapatas al matar un erizo, tu velocidad al ver un gato...o una lagartija. Va a costar olvidarnos de vuestras correrias, va ser imposible no recordaros en cada centímetro de nuestra casa de madera, de la parcela bajo los pinos. Gracias por tanto por tan poco, gracias por el cariño. Al igual que Rufo, ni un gruñido, ni un mal gesto. Cariño, amor, lealtad, nobleza. Ojalá os encontréis pronto los dos y Rufo te vuelva a lamer el ojo, os volváis a acostar juntos..allí, donde solo hay estrellas llenas de lagartijas y bichos a los que perseguir. Hoy te has ido y nos has roto un poquito nuestro ya herido corazón. Pero tú no tienes la culpa de haber hecho de estos años un dibujo en el que dos perritos corretean bajo los pinos y ahora, el dibujo ha perdido el color. Gracias Tobi.