miércoles, 13 de julio de 2022

Rompe el tiempo

No han dejado de resonar los ecos de los acordes de un música de despedida y ya, donde antes habían palabras de felicidad, ahora solo hay silencios. No dejo de pensar en aquel maravilloso día en el que nos reunimos todos, lo feliz que eras, lo felices que fuimos. Si no era 7 de julio, cerca andaba. Pero ahora todo esfuerzo queda en el aire, en un fatuo atisbo de querer donde no hay. Te arrebataron del tiempo y solo quedan recuerdos. Es difícil acostumbrarse a no llamarte, no decirte, no escribirte, no pensarte. Porque pensarte ahora como presente, es desear no pensar. Tengo demasiados huecos en mi alma generados por el vacio de la gente que se me he ido, pero tú, tú me dueles más de lo que ni siquiera quiero pensar. No soy capaz de despedirme. Ni un mensaje, ni una llamada, ni un pensar en un regalo, ya nada se puede hacer porque eres tan solo inmortal en la gente que te quiere, pero eso, por desgracia, no basta para traerte de vuelta. Y, cuando llegan estos días, es cuando uno se da cuenta que esto es real, que por mucho que niege en mi conciencia interna, te fuiste hacia donde no se puede volver. No hay sortilegio que pueda llevar mi voz hacia tí, pero ojalá sí que exista el milagro de la coexistencia de dos mundos en planos distintos y desde allí, puedas leer que te echo de menos. Que no ha habido día en estos desgraciados meses en que no haya pensado en lo mucho que me diste y lo poco que te lo agradecí, que me duele no haber estado más contigo en el último año, que voy a llevar siempre en mi pesar el tiempo que no hemos compartido. Que eres tan importante que quema tu ausencia como la de un hermano, porque para mí has sido mi hermano, mi amigo y mi tío. Porque sín tí no sabria apreciar una miriada de cosas que me enseñaste. No creo que haya ninguna forma de romper el tiempo para desarte feliz cumpleaños. Pero yo lo intento.