viernes, 8 de marzo de 2013

Día internacional de la mujer



En la antigüedad, en los tiempos anteriores a Jesucristo, la mayoría de las sociedades eran matriarcales, se tenía especial veneración por la persona capaz de engrendar vida en su seno, por eso y por muchas cosas gobernanba la sociedad, regían con justicia el destino de todos.
Fué con la llegada del cristianismo cuando todo cambió y la mujer fue relegada a un puesto secundario, casi degradada al ostracismo. Cuentan algunos estudiosos de los años de la vida de Jesús que, probablemente, María Magdalena era la elegida para ser la sucesora del trono en Jerusalem, a su vez la esposa de Jesús, hay quien va más allá y dice que era ella el Mesías. Fuera como fuese no sólo esa historia ha sido posteriormente olvidad,  sino tergiversada de la forma más ruín y de esa forma, María Magdalena paso a ser una prostituta que se arrepintió de sus pecados y amaba a Jesús. Desde entonces la mujer ha sido discriminada por la Iglesia cristiana, y por otras religiones incluso subyugada hasta el espanto.

Parecía que con la llegada de nuevos tiempos, con el nuevo siglo, se iba a consolidar la igualdad de derechos de la mujer con el hombre, pero no está siendo así. De hecho, con la última reforma laboral, la mujer ha visto dificultada de forma creciente su posibilidad de conciliar vida laboral y familiar. La Iglesia mantiene una postura de aborrecimiento de la igualdad de derechos, se han incrementado los casos de violencia machista y es evidente que en la sociedad crece de nuevo la desigualdad. Sólo hay que ver el comportamiento de los jóvenes hacia sus parejas.

En este 2013 el día internacional de la mujer adquiere especial relevancia, hay que volver a gritar que el artículo 14 de la constitución está para cumplirlo, que no se puede pagar menos a una mujer por el hecho de serlo, que no se puede eclipsar a las mujeres de los puestos de responsabilidad, que necesitamos ya una mujer presidenta del gobierno, que se destierre para siempre los restos de la Ley sálica de nuestra constitución (aunque sería más justo la monarquía en su totalidad), que no se pongan tantas trabas en las empresas a las madres, que se persiga y castigue la discriminación por razón de sexo y que por fin exista algo eficaz para acabar con los asesinos cobardes que en sus casas matan a quien más debieran querer.

Un beso muy grande a todas las mujeres del mundo, a mi madre por su lucha por nosotros, a mi mujer por regalarme las mejores horas de todos los días, a mi hija porque es el futuro.

Hay que seguir la lucha, no nos podemos rendir. Aun queda mucho bocazas, baboso y cretino que hace del machismo una bandera, igual que por desgracia existe el racismo y la xenofobia en mentes simples y carentes del mínimo exigible en un ser humano.