lunes, 2 de septiembre de 2013

DIEZ

Hace hoy diez años que definitivamente el hacha bajó. Fueron practicamente cuatro meses bordeando el abismo a sabiendas que el telón caería, y así fue. Apoyado en quien no lo merecía anduve tambaleándome entre la angustia, la pena y sobre todo la impotencia, andando el límite entre la estabilidad y el infierno, y el apoyo, poco estable, me hizo caer. Afortunadamente hubo un angel que me echó una mano y me rescató del paisaje tenebroso y negro del hundimiento profundo. Desde aquel día, hace hoy una decada, han pasado muchas cosas que no hemos podido disfrutar juntos.
Me convertí en otro hombre y profundicé en mi mismo, me quité ataduras, dejé lastre, me agarré a nuevos motivos de alegría, hasta que el destino me sonrió con sinceridad y la conocí. Y con ella llegó lo mejor de mi vida, conocí una nueva forma de afrontar los días y apareció la paternidad. Con una vida plena, si cabe, aun te he echado más de menos.
Los años ya se sabe que vuelan, lo que nunca se aprende es que los recuerdos permanecen.
Ha pasado tiempo desde que me aferraba a tu sola silenciosa presencia pensando que aun me escuchabas, del tiempo en que las lágrimas eran la forma más habitual de convencerme que te estaban llevando de este mundo a dentelladas crueles, de sentir tu ausencia con un peso insoportable. El camino es duro, pero es más duro cuando no se puede recurrir a alguien a quien admiras y quieres y, tal vez, nunca se lo dijiste lo suficiente. Creo que no te dije muchas cosas lo suficiente, ni te dije las suficientes cosas, y eso es algo que queda en un debe eterno y triste. Sólo espero que desde la dimensión que encierre tu esencia, tu energía, lo que pervive de tí, que en el fondo son todos los recuerdos de la gente que te quiere; te sientas orgulloso de mi y puedas (ojalá) ver a tu nieta y por supuesto a tu nieto, y puedas ser feliz.
La vida te la arrebató un monstruo terrible, espero que la eternidad sea feliz y mágica. Nosotros, desde aqui, sólo podremos jugar con los recuerdos para dibujar tu cara y así poder decirte lo mucho que te queremos, lo mucho que te debemos, la cantidad enorme de decepciones que seguro que te produjimos, pero sobre todo que sepas lo importante que fuiste y que eres para nosotros.

In memoriam.

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