jueves, 7 de junio de 2012

Despotismo

Toman decisiones que nos afectan, desde la arrogancia del poder, pagados de ellos mismos porque un puñado de votos elegieron sus siglas. La ironía es que toman decisiones que nos afectan sin pensar en nosotros, sin pensar en la familia que hace equilibrios a fin de mes y a la que quieren apretar más con impuestos al consumo, sin pensar en el estudiante que se esfuerza por progresar a pesar de las mil trabas que pone el sistema, y es el sistema quien pretenden castigarlo, sin pensar en el trabajador que hace horas que no cobra bajo la amenaza del despido, sin pensar en el enfermo que ve peligrar su calidad de vida. O peor, pensando en todo esto desde el más absoluto desprecio, viéndonos como meros ratones de laboratorio, observándonos como reaccionamos ante tanta deslealtad. Estómagos contentos viendo el mundo desde su atalaya, lejos de la realidad más mundana. Pensando en ellos primero y después un poquito más en ellos, en como mantener el propio status quo, como engañar con memeces para convencer al proletariado que sus decisiones son absolutamente irremediables, que no hay otra solución, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Pero ¿Quien? ¿el currito que trabaja 10 horas al mes por un salario de 800 euros? ¿El que se compró un coche con todo el esfuerzo del mundo? ¿El que está en el paro? ¿Al que despidieron porque la empresa ganó un poco menos? ¿Los funcionarios a los que les cuesta conseguir su puesto de trabajo años de sacrificio? ¿Los inmigrantes que tuvieron que venir a España para trabajar como el que más ganando como el que menos? ¿Los pobres pensionistas que cometieron el "grave error" de acaparar medicamentos?....No, somos los que estamos pagando los platos rotos, somos los que estamos con el agua al cuello porque los banqueros se enriquecieron a costa de hipotecas imposibles, ganando sueldos astronómicos, porque ha habido cientos de políticos corruptos y los sigue habiendo, porque al primo hermano de yo qué sé quien se le ha permitido desfraudar hacienda una millonada y luego se le perdona, porque se ha hecho una mala gestión en las Comunidades autónomas gastándose el dinero que no había en caprichos absurdos, en intermediarios y asesores, porque se es muy espléndido con el dinero de los demás. Y ahora hay que verlos, con esa cara de canallas que no pueden ocultar. Sonriendo mientras quieren apretarnos el cinturón a la vez que nos bajan los pantalones, mientras recortan en bienestar ajeno para mantener el propio. Mentes de sinverguenzas sin escrupulos capaces de vender a su padre sin con ello se aseguran la poltrona. Despotas de la más baja extirpe moldeando la realidad hacia sus más bajos instintos, sanguinarios chupa sangres, hipotecadores de vidas ajenas, mentirosos, arrogantes...... El tiempo pasar rápido ¿Qué pasara cuando se acabe su mandato? Si es que lo acaban.

martes, 5 de junio de 2012

Ganas de gritar.

Por todas partes luce la desidia y la frustración. Las calles rezuman suciedad alimentada diariamente por la precaria solidaridad de los vecinos, cada día es más evidente la inhumanidad del ser humano. El egoísmo se ha convertido en una virtud en esta sociedad en la que el más caradura es el más beneficiado no hay lugar para las buenas acciones, pues tienen una recompensa que no se puede valorar en dinero. Las miradas que se cruzan reflejan la dureza y la amargura, hasta los niños tienen en los ojos miedo y no dulzura. Palabras como ilusión, solidaridad, esperanza se han convertido en recursos linguísticos sin uso. En pleno siglo XXI proliferan las camas nómadas en un hueco en la pared junto a un hotel, en los parques, en el viejo cauce del rio, en el metro. Gente que antes tenía un trabajo, una casa, una vida. Gente como nosotros que ahora somos capaces de mirar con asco porque nos produce dolor su presencia. Justo ahora es cuando tendríamos que mirarlos con resolución tendiéndoles una mano, sacándoles del pozo, porque seguramente mañana nos tocará a nosotros si no ponemos remedio a la indiferencia. Los responsables de infierno en la tierra ya han actuado, ya han hablado, ya han dejado claro que les importamos los mismo que una colilla flotando en el retrete de un aseo público, ahora nos toca a nosotros gritar con todas las fuerzas que nos da que diariamente tengamos estómagos bien pagados jodiéndonos la vida. Tenemos que cambiar el estar sobreviviendo por el estar viviendo, por gozar de una felicidad que bien nos merecemos, por acabar con tanto privilegio de mangantes, políticos y banqueros. No miremos hacia otro lado. Es hora de gritar.

jueves, 12 de enero de 2012

El contrato de trabajo




El contrato de trabajo comienza cuando una persona (trabajador) pone al servicio de un empleador (empresario) su trabajo. El empresario es el dueño de los medios de producción y es el que carga con los gastos que genera la empresa, está obligado a pagar el salario al trabajador. El Trabajador tiene obligación de poner su fuerza de trabajo (en sentido amplio) al servicio del empleador, para ello pondrá a disposición de la empresa todas sus capacidad técnicas, físicas o intelectuales para el correcto desarrollo del trabajo que se le ha encomendado. Tiene obligación de cumplir un horario establecido en los días que así se disponga en el contrato.




Por tanto, el contrato de trabajo es un contrato sinalágmatico, eso significa que las dos partes tienen derechos y obligaciones.




Esta idea funcionaba bien en los tiempos que había trabajo. De hecho la aprobación del Estatuto de los trabajadores del año 80 es toda una conquista de Derechos laborales que con el transcurso de los años, y sobre todo por culpa del desempleo, se han ido perdiendo. Los distintos gobiernos se dejaron influir por la coacción de los empresarios y en diferentes reformas laborales se iba dotando de privilegios al empresario (subvenciones, contratos basura) y limitando mucho los derechos de los asalariados. Además los tribunales de lo social dieron en sus sentencias (no ajenas a la corriente proempresarial) un imitado poder de dirección al empresario que puede hacer y deshacer en su empresa a su antojo, quedando al trabajador sólo el derecho a la indemnización en caso de despido improcedente, de hecho son muy pocas las sentencias que han declaran los despidos nulos, ni tan solo aquellas que despiden trabajadores de baja, únicamente se declaran nulos aquellos despidos que atentan contra la maternidad, discriminatorios o contra los representantes de los trabajadores.




Llegando a este punto, en nuestro país existe lo que muchos juristas llaman "Despido libre indemnizado". Es decir, te pueden echar cuando quieran pagandote la indemnización, que además en muchos casos es sólo de 20 días por año trabajado, dada la facilidad con que se hacen ERES o se despide por causas tecnológicas u objetivas.




Pues hasta con esto quieren acabar los empresarios. En un terreno bien cultivado para ello: crisis, un paro enorme. Exigen despido barato para acabar con el desempleo. Y ahí es donde empieza la contradicción. La firma de un contrato de trabajo tiene que tener como fin que se cumpla lo estipulado en él, y no establecer como condicion primera la posibilidad de un despido fácil. El empresario necesita la fuerza de trabajo que le aporta el empleado, es necesario que tenga gente en su empresa para poder llevarla adelante. Sin embargo parece que desarrollan la idea que hacen un favor a la sociedad por contratar a gente.




Bajo mi punto de vista sería necesario un cambio de sistema, un cambio de mentalidad. En primer lugar que el trabajador volviera a tener conciencia de clase, solidaridad, tener en cuenta que si todos vamos en la misma dirección todos ganamos. Que los poderes públicos, esos que últimamente nos hacen la vida más dificil, fiscalizasen los contratos de trabajo. Que fueran capaces de evitar que hubiera contratos ilegales (un cincuenta por ciento lo son), que consigueran que se respetaran las horas máximas establecidas por Ley o por convenio (para evitar que un trabajador haga las horas de dos y no se las paguen), que se lograse que los despidos tuvieran causas justas, que se acabara con las subvenciones por contratar esto solo hace que perjudicar a los trabajadores ya contratados (muchos empresarios despiden para poder hacer contratos subvencionados), que hubiera una verdadera fiscalización de las cuentas de las empresas, que se acabara con la economía sumergida obligando a contratar.




Ya está bien de lágrimas empresariales cuando lo que realmente existe es una degradación de la figura del empleado, al que cada vez le quedan menos derechos.




Es imposible acabar con el desempleo abaratando el despido, si un empresario pide eso es porque su idea es poder despedir cuando le de la gana.

sábado, 7 de enero de 2012

NAVIDAD


Hubo un tiempo en el que la Navidad era tiempo de esperanza, de ilusión y de buenas intenciones. Es verdad, que desde hace algún tiempo, estas fechas se han convertido en un afan desmedido por consumir, por gastar, una época en la que la gente se pone de muy mal humor por las prisas, las aglomeraciones y el estrés.
Además, este año, se ha sumado el ataque desmedido de nuestros políticos a los cimientos básicos del estado de bienestar, al desarrollo de toda una serie de medidas que tienden a acentuar las diferencias entre ricos y pobres.
Los políticos, nuestros gobernantes, tienen como misión utópica, el hacernos la vida más fácil. Sin embargo, lejos de eso, se encargan de complicarnos la vida aunque los responsables de nuestra situación sean ellos mismos.
Con una desfachatez digna de la falta de verguenza de la que hacen gala, son capaces de destripar nuestra economía doméstica con la habilidad de un cirujano, de convencernos de que además de que ganamos poco hemos de ganar menos y que por si ello no fuera bastante hemos de pagar más impuestos. Con su el rostro compungido nos dicen que no queda más remedio, que no hay dinero. El caso es que los responsables de la falta de liquidez estatal son ellos mismos, los culpables del desastre económico-social son ellos, los mismos que nos atracan a mano armada cercenando nuestros más básicos derechos laborales, sociales y en ocasiones fundamentales.
No me cabe ninguna duda que existe un interés claro y evidente, desde las entidades financieras, que los pilares básicos del Estado de bienestar (salud y educación) pasen a manos privadas, de esta forma el negocio está hecho, porque una sanidad y una educación pública no son rentables. Así que, para ello no se cortan en empezar a destruir poco a poco los cimientos de nuestro futuro poniendo a los pies de los caballos a hospitales, colegios e institutos. Recortando personal, presupuestos e incluso material.
El colofón, la mayor falta de verguenza, el record en caraduras, ha llegado en la comunidad Valenciana. El PP lleva gobernando casi desde tiempos inmemoriales despilfarrando por doquier, gastando en grandes eventos (fórmula 1, visita del Papa, aeropuertos que no tienen aviones) y las arcas de la autonomía se han quedado sin un euro. Pero en lugar de que esos gestores nefastos, esos manirrotos del dinero ajeno dimitan o vayan a la carcel, hemos de pagar el resto, funcionarios (sobre todo de educación y sanidad...curioso ¿no?) y ciudadanos esa malversación de caudales públicos del que han hecho gala tanto politicastro arrogante y autoritario.
Así que, las Navidades que han estado a caballo entre el año 2011 y el 2012 serán recordadas no por los villancicos o por el turrón, sino por el establecimiento del estado del malestar.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Vivir con miedo.




En todas las épocas, en todas las edades del hombre el miedo ha servido a los mismos intereses. Sabiamente utilizado ha sido el arma poderosa usada para mantener el status quo.
El miedo ahoga, no deja decidir, coarta la libertad más básica. Impide que nos movamos con libertad, que digamos lo que pensamos, que exijamos lo que creemos justo, que nos levantemos y gritemos ¡Basta ya!
Algunos hablan espantados de aquel terrible tiempo en el que no opinar igual que el poder podía acabar con tu vida. En el que tu forma de pensar podía ser delito. Se habla de ello como de algo remoto, superado. Y sin embargo…no es así. Lamentablemente vivimos una época en la que podemos nombrar nuestros derechos pero tenemos miedo a poder ejercerlos. Tenemos una libertad de expresión que se queda en algo vacio, testimonial…absurdo. Todo el mundo sabe que tiene derecho a cobrar por las horas que se trabaja, pero se tiene miedo a que te despidan si exiges el dinero que te deben. Se tiene derecho a un ambiente de trabajo sano y digno, pero se tiene miedo a denunciar la falta de seguridad y de salubridad. Se tiene derecho a poder pedir permiso para ir al médico, pero mejor voy cuando no trabaje por si me despiden. No existe amparo ante el poder omnipotente de quien tiene la sartén por el mango, esos que con todo el cinismo del mundo piden austeridad en los salarios y el despido libre.
Pero hay más miedos: Tenemos miedo a que no nos funcione el ICP o el contador de Iberdrola y esta nos clave una factura desorbitada. Tenemos miedo a que hayamos hecho mal la declaración de hacienda y sin venir a cuento nos multen. Tenemos miedo a no pagar a los gorrillas y que nos rayen el coche. Tenemos miedo a denunciar a quien nos molesta, a quien nos agrede, a quien ensucia las calles con su perro, a quien hace botellón , a quien fuma en el parque, en el ascensor, o en el bar, a quien con su estupidez nos hace la vida más difícil. Todo ello porque esta gente utiliza la violencia como arma o al menos eso creemos.
Estamos en crisis y con el miedo nos tienen callados, con el miedo justifican injusticias y no protestamos, con el miedo vemos como el banquero se enriquece, como el político se sube el sueldo, como nuestro jefe gana los mismo y despide a compañeros, como la gente no dice nada…por miedo. Y es en ese instante te das cuenta que todas aquellas personas que piden tu voto para gestionar tu mundo se encargan de hacerte la vida imposible.
Despertemos un poquito cada día, callar no mejora las cosas, sólo las deja como esta. O peor, ante nuestro silencio el poder se engrandece, el tirano nos aprieta más. El miedo lo ocupa todo y no nos deja respirar. No hace falta alardes de valentía, sólo hablar, sólo decir que no somos tontos, sólo responder que cuando nos pisan nos quejamos, cuando nos roban denunciamos. Esos que nos mandan son parásitos que nos chupan nuestra fuerza vital, que no paralicen nuestros pensamientos.
No es bueno vivir con miedo.

sábado, 18 de junio de 2011

No les gusta nuestra voz.




Hoy he visto imágenes, caras asustadas, gestos de dolor. Una mujer llorando después de ser golpeada, rostros con miedo, con estupor. Un codo enrojecido por la sangre. Brazos en alto pidiendo tranquilidad, sombras con cascos y porras golpeando sin razón. Aquellos que nos tienen que proteger estaban pegando a inocentes, a gente que pedía justicia, a los mismos que con sus impuestos les pagan su sueldo. Los poderosos sueltan a sus perros, a sus lacayos, a sus autómatas sin cerebro que pegan para callar a quienes han dicho basta.
Se ha levantado la voz, se ha cuestionado el sistema, la democracia. Se ha gritado que estamos hartos de mangantes en las instituciones, de recortes sociales, de que amputen nuestros derechos. Que estamos hartos de tener menos para quien tiene mucho tenga más. Y esto no ha gustado.
Los poderes facticos actuán con sus armas. Los medios de comunicación subrayando aquello que más interesa a su ideario, aquello que más beneficia al jerifalte de turno. Los gobernantes con vías de hecho (como siempre) saltándose sus propias leyes a la torera porque les pitan los oidos.
Nos quieren quitar hasta el derecho a opinar y para ello utilizan los medios más torticeros. Nos mienten, nos engañan, y cuando eso no basta nos pegan ¿cómo pueden ser tan cínicos de hablar de violencia después de las cargas policiales? ¿Cómo pueden hablar de antisistemas cuando el sistema ampara sueldos de 654 euros por 40 horas de trabajo? Todo aquel que no comulga con aquello que dictan sus señorías es un antisistema y luego no les puedes pedir cuentas por lo que prometen y no cumplen, por lo que hacen y no pagan. Sin embargo...ellos, desde su atalaya, desde el Olympo de su egolatría se autoimponen sueldos vitalicios y millonarios, mientras a nosotros nos miran compungidos para pedirnos comprensión y recortes.
Ojalá el movimiento no decaiga, a pesar que estan haciendo todo lo posible por talar las raices que lo sustenta, generando confusión y dudas. Mandando a sus correligionarios a calumniar, ocultando lo importante y dando paso a lo accesorio, fijándose más en como es el que protesta que lo que dice. Mundo de locos en el que se valora más un buen traje que un buen cerebro (qué se lo digan a Camps).




* La imagen la he extraido de http://layijadeneurabia.com/

martes, 12 de abril de 2011

El Puntal dels LLops

Desde allí arriba la panorámica de Olocau es excelente y se pueden sentir los siglos bajo tus pies. Se trata de un poblado Ibérico, seguramente desconocido para muchos valencianos, enclavado en una pequeña montañita llamada "El Puntal dels Llops". Se accede por una senda que empieza casi desde la carretera que nos lleva de Betera a Olocau,en el camino al cementerio. Un recorrido sinuoso pero sencillo que dulcemente nos va elevando hacia la cima de este enclave tan peculiar. Se puede disfrutar en el paseo del agradable olor a espliego y tomillo, si tenemos suerte nos podemos cruzar con alguna perdiz y algún que otro reptil de pequeño tamaño. Tal vez, en días muy propicios, podamos ver como unos sobrevuela algún aguila culebrera. Y, en apenas 20 minutos o para los más remolones un poco más, nos encontraremos en este pequeño asentamiento que nos muestra un maravilloso ejemplo de cotidianiedad prehistórica. Ahora que se acerca la semana santa siempre se puede aprovechar para hacer una pequeña escapadilla y visitar este lugar.