lunes, 3 de septiembre de 2012

A Diós Rogando

Con la idea de Dios empezó la historia de la jerarquía. Un ser todopoderoso que es capaz de castigar o de premiar, esto último menos, según los dictados de su Ley. Y con esa idea culminó la gran mentira. No te preocupes que si eres infeliz en la tierra te espera una eternidad llena de felicidad el día que te mueras. La paradoja de la fe, el insulto a la inteligencia de esperar vida donde no existe la vida por definición, de sacar de la palabra muerte la esperanza en algo mejor. Es curioso que, los inventores de estos dictámenes, de estas ideas sin rumbo, siempre se hayan pegado la vida padre aquí en la tierra sin esperar recompensas del alma. No es tan burdo como en épocas pretéritas, pero los poderes fácticos de siempre, desde la sombra o moviendo los hilos que pueden , intentan pervertir el pensamiento libre de la gente. La iglesia nunca deja de intentar persuadir con métodos malévolos el pensamiento de las personas. Se inventan sentimientos equívocos, engañan desde su atalaya de riquezas, miran para otro lado o justifican sin reparos los crímenes cometidos, intentan acaban con cualquier brizna de alegría, tildan de pecado la vida sana y libre, mientras ellos con sus mentes sucias llenas de represión cometen tropelías dignas del diablo que ellos inventaron. Es indignante que en pleno siglo XXI, la mano negra del clero influya en la política de un país masacrado por la gestión abusiva de sus gobernantes. Aprovechando la tristeza que empieza a adquirir una sociedad ahogada por noticias de recortes y atornillamiento de sus economías domésticas, se empiezan a colar entre bastidores antiguas ideas ya superadas, se filtran tan bien que ya están en plena escena del acto I de la obra de teatro de este año 2012 que será largamente recordado por como se da una palmada en la espalda a los corruptos y se masacra al ciudadano honrado. No es de extrañar que se vaya a prohibir el aborto cuando el feto venga con malformaciones acogiéndose a la vieja idea de que hay que apechugar con lo que nos mande Dios. De esta forma cuando el niño o la niña nazca, el ciudadano tendrá que hacerse cargo de todos los problemas que ello conlleva, porque esta sociedad, tan podrida como arruinada, no se podrá hacer cargo de aquello que nos ha obligado a tener. Total, aquellos que no pueden tener hijos y que por definición hay que llamarles padres son capaces de llamar crimen a privar a un ser vivo de una vida que es todo menos vida. Sin embargo, y he aquí la paradoja, no escucho a ningún gerifalte de lo divino rasgarse las vestiduras porque se vaya a dejar a miles de inmigrantes sin papeles (como si para ser una persona fuera necesario tener papeles) sin asistencia sanitaria, tampoco los veo quejarse mucho porque se quite la ayuda a la dependencia, que se quite dinero a las asociaciones de ayuda a los discapacitados, que se niegue el pan y la sal a todo lo que sea solidario y no rentable. No, ahí no suelen decir nada…total ellos no pagan impuestos y están subvencionados, para que “meneallo”. Qué bonita doble moral de la Santa Madre Iglesia, siempre tan poco madre y tan madrastra. En fin, en pleno siglo XXI la vieja iglesia a través de su brazo derecho del Opus y con un gobierno de derechas se deja sentir de una manera tan poco sutil como evidente. Pero que se puede decir que una Iglesia que miró para otro lado cuando el holocausto Nazi y que masacró a un montón de personas sólo por decir la verdad. Que mató en nombre de Dios y que tiene el poder de acabar con el hambre del mundo y no le da la gana hacerlo. Que podría ceder parte de sus ingresos en ayuda a los más desfavorecidos y lo dedica a lavarles la cara a sus santos, en viajes papales y en darse la gran vida aquí en la Tierra mientras nos convencen de que sufrir es bueno. Manda narices.
El dibujo es de la página de la CNT.

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